Por Orden

viernes, 31 de agosto de 2012

Científico de EE.UU.: "El sexo masculino se extinguirá por los videojuegos y el porno"



El abuso de videojuegos y pornografía en Internet por parte de los hombres representan la principal causa del daño psicológico que sufren, hecho que al final acabará con todo el sexo masculino, afirma el psicólogo Philip Zimbardo. Zimbardo es investigador del comportamiento humano y autor de un libro titulado ‘El fallecimiento de los chicos: ¿Por qué los niños están sufriendo y qué podemos hacer sobre esto?", en el que establece una clase de "adictos a la excitación". Entre las nuevas adicciones, el psicólogo señala directamente a los videojuegos y a la pornografía, cuyo uso "no está equilibrado con otras actividades como ejercicio, la socialización cara a cara entre las personas o el tiempo individual con algún tipo de mentor masculino". Resultado: generación inadaptada Conforme a su teoría, estas prácticas abusivas están creando una generación de hombres inadaptados, que desarrollan adicciones que no les permiten actuar normalmente en el mundo real o desarrollar relaciones saludables. Los hombres que dedican más tiempo a Internet que a las relaciones interpersonales, según sostiene el psicólogo, comienzan a tener serias dificultades y escasa voluntad para enfrentarse a la complejidad y los riesgos de las relaciones de la vida real, en los ámbitos romántico, educativo y laboral. Además, existe un vínculo entre los videojuegos violentos y el nivel de agresividad de las personas. En busca de ilustrar su teoría, Zimbardo recuerda múltiples incidentes trágicos, así como la historia del adicto al videojuego ‘Starcraft’ que murió tras jugar 50 horas seguidas, o la masacre ocurrida en Noruega hace un año. En este último caso, el asesino Anders Breivik confesó haber recurrido al famoso videojuego ‘World of Warcraft y Call of Duty’ para aprender a disparar. 


Texto completo en: actualidad.rt.com

miércoles, 15 de agosto de 2012

Test a los que son sometidos los animales


--> Estudios de inmersión
Los animales no humanos son introducidos (lógicamente en contra de su voluntad) en bidones de sustancias diluidas, para probar la posibilidad de respirar dentro del agua.
 
--> Estudios de inhalación
Se introduce a los individuos en cámaras estancas o se les ponen bozales que les fuerzan a respirar pulverizadores, gases y vapores.
Esto provoca que puedan ponerse muy enfermos, vomiten, sufran dificultades respiratorias e hipotermia, además de la posible de dependencia física si lo que se les hace inhalar es una droga.
No se hacen pruebas únicamente con productos destinados al consumo humano, sino que se da a inhalar a los animales no humanos productos para la guerra química, insecticidas, anticongelantes, líquidos de frenos, blanqueadores, pulverizadores para el árbol de navidad, velas de iglesia, limpiadores de horno, desodorantes, refrescantes de la piel, burbujas de baño, depilatorios, maquillaje de ojos, extintores de fuego, tintas, aceites bronceadores, esmaltes de uñas, rimel, spray para el pelo, cigarrillos, pinturas y lubricantes de cremalleras.
Los estudios con animales de toxicidad por inhalación ciertamente producen grandes cantidades de datos, pero no dan una perspectiva real de los posibles efectos de los cigarrillos en los fumadores humanos, y sobre todo no son obtenidos de un modo ético porque perjudican a otros animales que son utilizados en contra de su voluntad.
 
-->Estudios de inyección
Se inyecta directamente en el animal no humano el producto a probar tanto bajo la piel, los músculos o en un órgano interno.
 
--> Pruebas de toxicidad oral
Sirven para determinar lo venenosa que es una sustancia para los humanos y para ello obligan a los animales en el laboratorio a ingerir productos, muchos de ellos no comestibles como el carmín de labios y el papel, aunque muy a menudo las víctimas de estos experimentos no se comen la sustancia si simplemente se pone en su comida, por lo que los experimentadores se la introducen a la fuerza por la boca o a través de un tubo por la garganta.
Se llevan a cabo pruebas estándar durante 14 días, pero algunas pueden durar hasta 6 meses (si sobreviven tanto). Durante este tiempo los animales no humanos muestran los síntomas clásicos de envenenamiento, incluyendo vómitos, diarrea parálisis, convulsiones y hemorragias internas.
 
--> Test de Draize
Consiste en verter sustancias diversas (cosméticos, blanqueador de ropa, champú, tinta, detergentes, abrillantadores de suelos,…) en los ojos de animales no humanos para ver los resultados que se producen.
El conejo albino es el más comúnmente usado para esta prueba porque es dócil, barato, tiene unos grandes ojos y sus glándulas lacrimales producen muy poco líquido, viéndose así más fácilmente el efecto de abrasión que podría tener en el ojo humano. Los conejos están en el interior de unas cajas que los inmovilizan por el cuello (muchos se lo rompen intentando escapar), lo que impide que se froten o rasquen los ojos.
Se separa el párpado inferior y se coloca la sustancia en la pequeña cavidad resultante, después se mantiene el ojo cerrado. Se repite la aplicación varias veces, durante varios días.
Se observa diariamente a los conejos para ver si se produce hinchazón, ulceración, infección y hemorragias, hasta que el ojo del animal se vuelve una masa irritada y dolorosa.
Incluso muchas veces, se pasa a usar el otro ojo para no encarecer costes. La reacciones que se observan son: párpados inflamados, úlceras, hemorragias, ceguera…
 
--> Test de sensibilidad cutánea o pruebas de toxicidad dermal
Conejos, conejillos de Indias, ratones y cerdos son afeitados (en ocasiones incluso es raída la piel) y se vierten las sustancias sobre su piel.
Se observan los signos de enrojecimiento, úlceras y edemas. Su piel suele sangrar, ampollarse y repelarse.
 
--> Test DL50 ó LD50
Significa Dosis Letal 50, la cantidad de sustancia que causará la muerte a la mitad de los animales no humanos del experimento. Normalmente, antes de que se llegue al punto en que muere la mitad, los animales están muy enfermos y angustiados. En el caso de sustancias poco dañinas hay que forzarles a ingerir enormes cantidades y se les puede provocar la muerte simplemente por la gran cantidad o la alta concentración que se les ha administrado.
Se le fuerza a ingerir la sustancia mediante una sonda hasta el estómago (lo que a veces produce la muerte por perforación), por un orificio practicado en el cuello, por vía subcutánea, intravenosa, mezclada con la comida, por inhalación, o por vía rectal o vaginal.
A consecuencia de los productos que son forzados a ingerir, sufren convulsiones, disnea respiratoria, diarrea, úlceras, adelgazamiento, postura anormal, hemorragia nasal, hemorragias de la mucosa de los ojos y de la boca, lesiones pulmonares, renales y hepáticas, coma y muerte.

Fuente:

domingo, 12 de agosto de 2012

Clase Media



Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande.

Desde el medio mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres.
Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también.
En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae (a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida) sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan (medio en las sombras)
a veces, solo a veces, se dá cuenta (medio tarde)
que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina.
Así, medio rabiosa
se lamenta (a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza a entender
ni medio..


Autor: Daniel Cézare


PD: Aunque se lo atribuyen a Benedetti

jueves, 9 de agosto de 2012

sincronicidad: el significado de las coincidencias en un universo espejo

 
Uno de los aspectos más enigmáticos y cautivadores del universo en el que vivimos es la sincronicidad. A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia tan improbable que nos resulta ominosa, mágica, epifánica o perturbadora. Conexiones entre sucesos, personas e información que trascienden la realidad convencional: como si las cosas tuvieran hilos invisibles que sólo por momentos —en estados de conciencia elevados o por una misteriosa alineación— podemos vislumbrar.

Aunque el concepto de sincronicidad existe al menos desde el tiempo de los Vedas, fue el psicólogo suizo Carl Jung quien acuñó el término e inició el estudio de este fenómeno de manera rigurosa, si no científica: la dificultad de abordar la sincronicidad desde una metodología solamente científica yace en que los eventos que se concatenan lo hacen sin tener una causa, al menos no una causa que podamos encontrar dentro de los límites de la física clásica y de un universo mécanico. Consciente de la vastedad y elusividad del principio de la sincronicidad, Jung ensayó diversas definiciones a manera de un acercamiento teórico. Empezando desde lo más general y sintético podemos decir con Jung que la sincronicidad es “la ocurrencia temporal coincidente de eventos acausales”, que es un “principio de conexión acausal”, una “coincidencia significativa” o que es un “paralelismo acausal”.
 
  Pero la sincronicidad para Jung va mucho más allá de estas someras descripciones. Toca y se entronca con los campos más profundos de la mente humana, siendo en muchos casos una manifestación externa del inconsciente colectivo, a veces materializada a través de símbolos. Jung creía que las “coincidencias” no solo estaban gobernadas por el azar —siendo que su probabilidad de suceder era tan poca que podrían considerarse estadísticamente significativas— sino por una dinámica más profunda. Coincide en esto con el texto gnóstico del Kybalion, que dice: “Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida; hay muchos planos de causación”. Y para ampliar la madeja de posibles conexiones, recordemos que Don Juan le dice a Carlos Castaneda, como si fuera un experto jugador de póquer de realidades alternas, que la suerte es una forma de poder.

Al igual que su concepto de los arquetipos, Jung, lo mismo que el físico Wolfgang Pauli, pensaba que la sincronicidad era una expresión de lo que llamaba unus mundus, una realidad unificada subyacente de la cual todo lo que vemos emerge y a la cual todo regresa. Este unus mundus es similar a la teoría de la mecánica cuántica de David Bohm expuesta en La Totalidad y el Orden Implicado, en la que se postula la existencia de una especie de mar universal de energía infinita del cual se desdobla —o se ex-plica— el mundo material fenoménico que percibimos, el cual apenas es una ondulación en la superficie de lo inconmensurable. Para Jung la improbable pero significativa coincidencia de una sincronicidad era posible por el hecho de que tanto el observador como el evento observado a fin de cuentas brotan de una misma fuente, del unus mundus. Es decir, la conexión acausal, a distancia, sin la aparente acción de una fuerza física (conocida) sería posible porque en profundidad todos los eventos y todos los sujetos que perciben un evento no son más que la misma cosa. El uno es el otro: es el mismo. “We are like islands in the sea, separate on the surface but connected in the deep”, dijo à propos William James. Es como si todo lo que ocurriera en el universo en realidad ocurriera dentro de una sola mente, que por momentos y siempre en la superficie, padece una esquizofrenia omnipotente. Pero más allá de sugerir esta idea un tanto trillada de la unidad subyacente, del todo en cada parte, del holograma que se proyecta en el mundo, en fractales, invetiguemos la sincronicidad y deshebremos el misterio de la coincidencias.
 
Cables de un Universo Paralelo /¿Qué hay detrás de una coincidencia?

Después de esta breve introducción al fascinante mundo de la sincronicidad, entremos en materia. Aquí lo interesante son las sincronicidades, las experiencias, lo que se vive y mistifica. Estoy seguro de que todas las personas que están leyendo este texto sobre la sincronicidad —el cual pretende ser un espejo— han sentido el asombro medular de descubrir que una coincidencia en sus vidas tiene un significado oculto. Es decir, que más allá de lo inefable y extraño que puede ser que yo me haya encontrado en la calle a una persona que no había visto hace años justo después de haber soñado con ella la noche anterior, o de que por alguna razón decido abrir un libro y en esa página “azarosa” me encuentro con la palabra extacta que antes ya flotaba en mi mente, o tal vez estoy considerando viajar y salgo a la calle y veo las placas de un coche que dicen LSD, estas co-ocurrencias nos están diciendo algo, el universo o nosotros mismos estamos queriendo comunicar algo, algo que va más allá de la trivialidad cotidiana en la cual generalmente nos movemos. Veamos algunos ejemplos.
 
Jung interpretó que la aparición material de un escarabajo onírico tenía un contenido simbólico altamente significativo para el presente de su paciente. El escarabajo es un símbolo egipcio del renacimiento —algo que la psique dentro de un proceso de sanación o de alquimia necesita experimentar: morir para renacer en su sí mismo; los símbolos son el lenguaje de los sueños. Esta afirmación en la realidad “objetiva” de la imaginación subjetiva nos sugiere que la sincronicidad podría actuar como un vaso comunicante entre el mundo de la vigilia y el mundo de los sueños, erradicando, al menos parcialmente, la brecha supuestamente insalvable entre estos mundos. Según Braud y Anderson, la sincronicidad es ”una coincidencia significativa entre un estado interno, usualmente de necesidad, y un evento externo inexplicable que corresponde a/o responde la necesidad”.

Siguiendo este tren de ideas podemos hablar de algo como un “dreamwake continuum“, similar a Alcheringa, el “Tiempo del Sueño” de los aborígenes australianos, en el que se disuelven las fronteras entre lo que soñamos y vivimos, es más, lo que hacemos soñando se filtra a la realidad y se convierte en lo que vivimos —posiblemente las ideas platónicas y los arquetipos que gobiernan el mundo en la psicología jungiana se proyecten a nuestra realidad desde estos espacios astrales de ensueño. El mismo Jung percibió esta analogía creativa en la sincronicidad: “La sincronicidad en sentido estricto solo es un caso especial de un orden general acausal que da lugar a actos de creación en el tiempo“. De manera más poética, Octavio Paz había dicho: “Hay que dormir con los ojos abiertos /hay que soñar con las manos/soñemos sueños activos de río/buscando su cauce/sueños de sol soñando sus mundos”. Una disciplina etérea probablemente rendirá frutos: las imágenes que generamos en el fuero interno —con el fuego interno— se podrán volver vibrantes edificios para experimentar los deseos narrativos más profundos de nuestro espíritu.

Regresando a las experiencias puntuales de sincronicidad —y es inevitable tomar excursiones momentáneas para conectar diversos aspectos, cauces no lineales que confluyen simultáneamente tejiendo un mandala más complejo— recordemos que Jung escribió que el caso del escarabajo dorado fue el más sobresaliente ejemplo de sincronicidad que vivió. Tal vez esto sea cierto pero quizás haya una sincronicidad entrelazada a Jung aún más sorprendente. En el marco del 40° aniversario de la muerte de Carl Gustav Jung, la Dra. Irene Gad contó la siguiente anécdota sincromística:

La tarde en que Jung murió, una gran tormenta eléctrica estalló sobre su casa en Künsnach, como si la naturaleza misma se hubiera movilizado a reconocer el evento. Y casi justo en el momento en el que murió, un relámpago atronó su árbol favorito en el jardín. Algunos años después Laurens van der Post estaba haciendo una película sobre la vida de Jung. La última secuencia iba a a ser filmada en la casa de Jung.

Laurens van der Post continúa:

   "Cuando llegó el momento de hablar directamente a la cámara de la muerte de Jung y empecé a      describir cómo un rayo demolió su árbol favorito, otro rayo cayó en el jardín. El relámpago sonó tan fuerte que me produjo un sobresalto. Y hasta la fecha, el sobresalto, el relámpago y el impedimento de habla que me provocó pueden ser vistos en la película, así como el rayo aparece en la pantalla sobre el lago atormentado y los árboles agitados por el vendaval".

El relámpago, se sabe, es el símbolo de la divinidad suprema en diferentes culturas y evoca una especie de muerte luminosa. El árbol evidentemente es el símbolo más común de la vida. Jung se habría servido un festín simbólico para analizar esta, su última sincronicidad. De cualquier forma parece una tributo merecido del universo —un broche de oro Ouroboros— que el padre de la sincronicidad haya dejado el mundo con una sincronicidad tan especial. Un sí celestial, una caravana cósmica o un dios que le cierra el ojo. Y a la vez el rayo en el cielo como un eterno signo de interrogación, de un enigma que pese a tener un momento de desnuda claridad, sigue ahí.
 
 SINCRONUMEROLOGÍA
 
Los númenes de la sincronicidad, esos geniecillos de las manecillas de la realidad, también habitan en los números. Uno de los casos más comunes en la actualidad es el fenómeno del 11:11. Cientos de miles de personas, acaso por la sugestión mental del New Age o por un código planetario en aras de activarse, reportan tener momentos epifánicos constantemente detectando esta hora. “Sí, la sincronicidad. Estás codificando tu propia vibración y permitiendo que tu conciencia te recuerde que estás en esa vía, cuando estás en esa frecuencia. Algunos individuos usan diferentes números en diferentes momentos”, dice Bashar. Lo interesante de esto es que el llamado reloj biológico interno parece derramarse, como el tiempo líquido de Dalí, hacia el mundo externo, el cual, entonces, se convierte en nuestro espejo —un espejo como el de Alicia.

La sincronicidad numérica más popular en las dimensiones que frecuentamos en Pijama Surf es la del número 23, la cual ha sido popularizada por Robert Anton Wilson, uno de nuestros escritores favoritos:

Escuché por primera vez sobre el enigma del 23 de William S. Burroughs, autor de Naked Lunch, Nova Express, etc. Según Burroughs, él había conocido a un tal Capitán Clark, cerca de 1960 en Marruecos, quien había presumido haber navegado 23 años sin accidentarse. Ese mismo día, el barco de Clark tuvo un accidente que mató a todos abordo. Cuando Burroughs estaba pensando en este crudo ejemplo de la ironía de los dioses, esa tarde, un boletín en la radio anunció el choque de un avión en Florida. El piloto era otro capitán Clark y el vuelo era el 23.

El caso del número 23 en la mente de uno de los escritores más psicodélicos pero también uno de los menos crédulos nos conduce a un extraño túnel de realidad:

El 23 de julio de 1973 tuve la impresión de ser contactado por algún tipo de inteligencia avanzada del sistema estelar binario de Sirio. He tenido extrañas experiencias psíquicas como esa durante algunos años y siempre las registro cuidadosamente, pero me niego a tomarlas literalmente, hasta que o solo si obtengo evidencia de naturaleza objetiva que las sustenta.
 
Anton Wilson descubrió que el 23 está estrechamente asociado a Sirio. Los sacerdotes egipcios empezaban sus rituales dedicados a esta estrella (a su vez asociada a una divinidad) el 23 julio, fecha en la que empiezan los días de la canícula. Sirio está en la constelación del Canis Mayor. Anton Wilson encontró múltiples coincidencias relacionadas con Sirio, el número 23 y ciertos fenómenos que ocurrieron en su vida (algunas de las cuales pueden consultarse aquí). Quizás lo más sobresaliente fue el encuentro del libro The Sirius Mystery, en el que Robert KG Temple propone, investigando a la tribu africana de los Dogon y su aparente conocimiento del sistema estelar binario de Sirio sin contar con herramientas tecnológicas que lo hiceran posible, que un contacto entre una civilización proveniente de Sirio y la Tierra ocurrió cerca del años 4500 AC. Algunos años después Anton Wilson, autor del libro Illuminatus! Trilogy, desestimó su creencia temporal de haber recibido comunicación astral y la atribuyó a diversos factores más terrenales. Como parte de su espíritu agnóstico, sin embargo, tampoco la descartó del todo.

Añadiendo un poco a este telar de conexiones, se me ocurre que el número 23 en nuestra época está sobre todo relacionado con Michael Jordan, quien lo usó inmortalmente en el dorso de su jersey. Curiosamente Jordan y sus Chicago Bulls durante años salieron a la cancha en la oscuridad con la canción “Sirius” de Alan Parsons Project. Este track en el disco original está mezclado con el track “Eye in the Sky”, el cual remite al Ojo que Todo lo Ve, al Ojo de Horus, que actualmente se asocia con la mítica y un tanto cómica sociedad secreta de los Iluminati, la cual tuvo en Robert Anton Wilson a su máximo crítico.
 
Y EN EL ORIGEN FUE LA CONEXIÓN: HILOS DEL LOGOS SPERMATIKOS


La mente puede desmonronarse junto con el cuerpo que lo sostiene pero la relación subsiste, indeleble. Los brahmanes creyeron que creando un edificio de conexiones habían derrotado a la Muerte, como su antepasado Prajapati

Roberto Calasso, Ka.

Según relata la literatura védica, una de las primeras cosas que creó Prajapati (Brahma), en un mundo aún inmaterial y evanescente, fueron las equivalencias, las sampad (“aquello que cae conjuntamente”). Aquí el relato de la Creación de Prajapati que hace Roberto Calasso:

En torno suyo todo era nuevo y, al girar la mirada, podía ver aún detrás de las manchas de la vegetación, detrás de las siluetas de las rocas, un número, una palabra, una equivalencia: un estado de la mente que se adhería, se mezclaba con otro estado. Como si cada estado fuese un número. Como si cada estado fuese un número. Esta era la equivalencia primera [...] y entonces vio que la vasta dispersión de todo lo que vivía, y sobre todo moría, podía articularse en relaciones que no se deteriorasen. Lo que ve la mente cuando establece una relación lo ve para siempre.

Este solo párrafo es un fractal del universo. Es notable que Jung pensará que el misterio de la sincronicidad tenía una raíz numérica, pitagórica en cierto sentido: ”Siento que la raíz del enigma puede encontrarse en las propiedades de los números enteros”, escribió en una carta el suizo. Por otro lado, a lo que asistimos aquí es algo similar a la codificación de la Matrix. Un código fuente que se percibe detrás de la naturaleza (de “las manchas de la vegetación), números, palabras y correspondencias que preceden al mundo material, de la misma forma que está página que observas tiene un código de números y palabras (y relaciones entre ellas) que se “materializa” como la imagen que ves en tu pantalla. Lo que Calasso describe, basándose en la literatura brahmánica, es el evento primordial de programación de la naturaleza.

El budismo Mahayana tiene un concepto análogo a la sincronicidad, el Pratītyasamutpāda, un término que hace referencia a que todos los fenómenos emergen conjuntamente en una red interdependiente de causa y efecto, si bien las causas generalmente son invisibles, ya que pueden ser manifestaciones kármicas, de vidas pasadas o incluso de seres distantes en el universo. En palabras de Borges, pueden provenir “de una antigua inocencia, de su propia raíz o de un dios disperso”. 
 
Seguimos hipervinculando la madeja, ya que de esto se trata este ensayo y quizás el universo: de formar nuevas y más vibrantes conexiones. Y la imagen suprema de la madeja conectada es la  Red de Indra, una metáfora utilizada hace 3000 años en los Puranas para describir la interconexión de todos los seres y todos los fenómenos del universo. Es junto con el Aleph, el Ave Simurg, la Mónada, el holograma, el fractal, el círculo sin circunferencia cuyo centro está en todas partes, una de las imágenes superlativas que ha conjurado el hombre para de alguna manera significar o evocar la unidad divina del universo. Así describe Alan Watts la Red (o collar de perlas) de Indra:

Imagina una telaraña multidimensional en la mañana temprano, cubierta con gotas de rocío. Y cada gota de rocío contiene el reflejo de todas las otras gotas de rocío y, en cada gota reflejada, el reflejo de todas las otras gotas de rocío en ese reflejo. Y así hasta el infinito. Esa es la concepción Budista del universo en una imagen.

¿Qué tiene que ver esto con la sincronicidad? Por un lado la sincronicidad postula la interconexión de eventos que ordinariamente no podrían estar conectados. Pero si el universo de algún manera misteriosa es un “caer conjuntamente” (del unus mundus) donde cada evento refleja todos los demás eventos, donde cada ser que percibe refleja a todos los demás seres que perciben y todas las percepciones que han tenido, entonces sería coherente pensar que lo que nos sucede puede estar siendo influido por una serie innumerable de factores —ya que estamos instrínsecamente correlacionados con la totalidad de la existencia.

La frase latina ”Congruo est occultus compages subter supter animadverto“, que puede traducirse como “La coincidencia es la arquitectura oculta de la realidad”, difundida en el show The Mentalist, parece describir lúcidamente este antiguo principio de creación a través de la cohesión (la coincidencia es también la congruencia de nuestros actos).
 



El concepto de “glitches in the Matrix” o fallas en el sistema viene a la mente. Pero más que fallas tal vez sean transparencias (hendiduras en el velo de la diosa Maia). Quizás las sincronicidades sean los momentos en los que nos topamos con aquellas equivalencias originales, las correspondencias, un tanto desvaídas y caliginosas, que tejen este universo —eminentemente mental— y que hacen que no se desintegre. “Como arriba es abajo”, reza el adagio hermético. Como adentro es afuera, podríamos decir hoy con la neurociencia. Son la cohesión de la ecuación. Equivalencias como vigas con las cuales se construye la realidad. Y las cuales nos llevan a coincidir, a unirnos y trascender la dualidad.
 

 PASOS HACIA UNA CIENCIA DE LA SINCRONICIDAD (HACIENDO VISIBLE EL PEGAMENTO CÓSMICO)

Hasta aquí hemos visto que el universo en el que vivimos se nos suele presentar con una serie de coincidencias que desafían los límites ordinarios de la razón y de la realidad. Y que estas coincidencias parecen tener un contenido informativo importante para la persona que experimenta una sincronicidad. También hemos visto que es posible que estas sincronicidades sean relumbres del hilo con el que se tejió el mismo universo. Cifras de un origen colectivo, de una maraña inextricable, de una coeternidad que aún rezuma detrás de la persistente ilusión del tiempo. Ahora veamos, desde una perspectiva moderna, qué fuerzas pueden estar en juego para que se genere una sincronicidad y consideremos algunas alternativas para entender y asimilar este entrañable fenómeno.

Entrelazamiento Cuántico


Uno de los aspectos más extraños de la física cuántica es el entrelazamiento que se da entre partículas subatómicas. Dos fotones, por ejemplo, pueden compartir una misma existencia no obstante lo lejos que estén entre sí, como si estuvieran unidos por un cordón umbilical invisible o una onda que, en teoría, se puede propagar por todo el universo. Esto se refleja en que un intercambio de información entre dos partículas entrelazadas sucede de manera instantánea no obstante que estén a una distancia casi infinita (algo que se ha comprobado, dejando perplejos a físicos como Einstein, en numerosas ocasiones). Esta propiedad de la materia subatómica quizás pueda extrapolarse al mundo macroscópico: sería una explicación plausible de la telepatía y de las sincronicidades que comparten más de una persona o de las que se tienen con algún objeto distante.

Resonancia Mórfica

La teoría de la resonancia mórfica y de los campos morfogenéticos desarrollada por el biólogo Rupert Sheldrake sugiere que las especies biológicas comparten campos de información que no solo se transmiten genéticamente, sino que existen, como una memoria inmaterial, en la naturaleza. Podemos sintonizar estos campos de información como si fueran frecuencias de radio abiertas en el cuadrante del planeta. Sheldarke considera que lo que determina la fuerza con la que se transmite una señal es su nivel de repetición dentro de una especie. Esto es, aquello que ha sucedido una vez tiene mayor posibilidad de volver a suceder, pero esto abarca todo los fenómenos de la existencia humana: el que yo haya pensado en que la resonancia mórfica es una de las posibles explicaciones para la sincronicidad, ya que postula que nuestras mentes están almacenadas en una nube de computación interplanetaria, hace más posible que alguien piense esto, aunque jamás haya tenido contacto conmigo. Evidentemente existe una relación entre el concepto de inconsciente colectivo de Jung y los campos morfogenéticos de Sheldrake. Pero también las sincronicidades podrían ser resonancias mórficas, momentos en los que sintonizamos con mayor intensidad las mentes de otras personas o la mente global. De ser cierta la teoría de Sheldrake, permanentemente estaríamos viviendo sincronicidades y comunicación telepática, acaso sin notarlo conscientemente.
 


De manera resonante al campo mórfico de información de Sheldrake existe en la filosofía hindú el concepto de Akasha, una especie de registro o biblioteca cósmica que almacena toda la información del universo. Akasha, que significa éter, estaría, como el Internet, distribuido uniformemente por todo el espacio, de tal forma que en cada parte uno se puede conectar con el todo (con toda la Red).

Es posible que los eventos de sincronicidad estén determinados por un factor de resonancia. Quizás nuestra conexión con cierta información y ciertas personas ocurre cuando vibramos a la misma frecuencia. Según la Dra. Amy Lanksy, las personas que dicen tener habilidades psicoquinéticas describen su experiencia como una “sensación de resonancia con esos objetos” (los objetos que mueven).

Algo similar ocurre con la homeopatía, una controversial rama de la medicina que básicamente sostiene curar a través de sustancias que generan los mismos efectos que la enfermedad, es decir, que resuenan o vibran en la misma frecuencia de esa enfermedad. Curiosamente algunas de las medicinas usadas en la homeopatía no contienen casi nada de la sustancia original de la cual buscaban imitar sus efectos, solamente resuenan en la misma frecuencia. La sincronicidad podría ser una especie de “homeopatía semántica”, información resonante.

Esta resonancia de nuevo nos remite a la explicación inicial de Jung de la sincronicidad como algo que hace manifiesto la unidad subyacente. Al resonar con algo en cierta forma nos convertimos en ese algo, ya que habitamos en la misma frecuencia, una co-vibración del ser que es más profunda que nuestra personalidad temporal o nuestro ego.

Abro el libro Ka de Calasso y encuentro la siguiente frase: «”Uno se convierte en aquello que piensa, he aquí el eterno enigma”, según dicen los textos [védicos]. Quien conoce se transforma. No es pleno conocimiento aquel que no hace que uno se convierta en aquello en que piensa».

Si te pienso, ¿soy tú?

Si conocemos a alguien o algo, entonces tal vez somos ese alguien o ese algo y por lo tanto podemos experimentar lo que viven, aunque estemos aparentemente separados

Retrocausalidad

Científicos han descubierto que la información también puede fluir del futuro hacia el presente (se puede ver el caso del porno que viaja en el tiempo, del investigador de la Universidad de Cornell, Daryl Bem). Aunque esta afectación del presente por algo que sucede en el futuro, o retrocausalidad, solo ha sido observada a una escala de milésimas de segundo, quizás podría indicar que los eventos supuestamente sincrónicos que experimentamos son en realidad transmisiones del futuro. Por ejemplo, soñar con una persona que nunca habíamos visto y luego verla, podría explicarse si lo que sucede es que ver a esa persona en el futuro es lo que causó el sueño. Como le dijo la Reina Roja a Alicia: “es una pobre memoria la que solo funciona hacia atrás”.

La materia oscura

De la misma forma que la materia invisible [la materia oscura comprende la mayor parte del cosmos] domina la evolución física del universo, el componente invisible de la psique —el inconsciente— domina la evolución psicológica. Sin embargo, el componente consciente de la psique juega un papel crítico, ya que el inconsciente muchas veces reacciona a él. Aunque nuestro interés en la conciencia del ego visible nos ha consumido, la psicología profunda claramente nos ha mostrado que el aspecto oscuro e invisible de la psique —el inconsciente3 despliega una profunda sabiduría dirigiendo nuestra evolución. Victor Mansfield, _Synchronicity, Science, and Soul-Making_

LEY DE LA ATRACCIÓN/GRAVEDAD

La ley de la atracción es un concepto metafísico que postula que lo similar atrae a lo similar y que ciertos pensamientos generan una respuesta del mundo objetivo. La ciencia considera que esto no tiene ninguna validez. Sin embargo, la “atracción”, podría ser una manifestación en un plano psíquico de la ley de la gravedad, la fuerza física invisible que ejercen los cuerpos en el universo atrayendo hacia sí otros cuerpos según su masa y su cercanía. ¿Gravitamos también hacia ciertas situaciones y haca ciertas personas? Navegaciones co-incidentes en un universo de correspondencias, de espejos que se abren y se llaman.

El Plan, el Patrón, el Destino

Algunas personas cree que el existe un plan divino en el universo, que éste ha sido programado por alguna entidad extraterrestre o inteligencia cósmica. Por momento podemos desviarnos de un camino trazado, magnético como el Punto Omega de Teilhard de Chardin, el Objeto Transdimensional de Terence Mckenna que nos “llama desde el fin de la historia” y por supuesto el Apocalipsis y el Rapto de la Biblia. Nos llamamos a nosotros mismos desde allende las estrellas, alguien podría decir. Todo está escrito y en palabras de Bob Marley: “We got to fulfill the Book”. Evidentmente esta es una visión no científica, aunque algunas escuelas de pensamiento científico consideran que es posible que el universo sea determinístico, que esté ya inexorablemente predeterminado por las leyes de la física –leyes que podrían en algunos aspectos mantenerse desconocidas. La sincronicidad podría ser el ritmo que seguimos cuando seguimos este plan divino o evolutivo. Una alineación con el flujo que tiene preparado el universo (la parte transpersonal del ser) para nosotros.

Apofenia

La apofenia consiste en ver patrones y conexiones en sucesos aleatorios y es una de las formas en las que la ciencia explica la sincronicidad. Una enfermiza y paranoica concatenación de datos y eventos que no tienen una relación causal más que en la mente de quien los conecta. Algo similar a la pareidolia, donde vemos en la naturealza proyecciones de nuestra mente: como el rostro de Jesus en el ano de un perro o un dragón en las estrellas. Nos hemos arrojado ya bastante hondo en el agujero del conejo para regresar ahora, pero vale la pena también considerar esta posibilidad. Y, claro, decir aquí que evidentemente estamos locos.
 
 
SINCRONICIDAD: CUANDO ADENTRO ESTÁ AFUERA
 
 Para concluir este tour por el mundo mágico y misterioso de la sincronicidad, queremos sacar la mente del cuerpo y distribuirla por el mundo, hasta que los sueños se materialicen. Jung entendió que:La física ha demostrado que en el ámbito de las magnitudes atómicas la realidad objetiva presupone un observador, y que solo bajo esta condición es posible un esquema satisfactorio de explicación. Esto significa que un elemento subjetivo se adhiere a la perspectiva del mundo del físico, y también que necesariamente existe una conexión entre la psique y el continuum del espacio-tiempo objetivo. Estos descubrimientos no solo ayudan a la física a zafarse de los amarres de su mundo materialista, confirman lo que yo había reconocido intuitivamente, que la materia y la conciencia, lejos de operar independientemente la una de la otra, de hecho, están interconectadas de manera esencial, funcionando como aspectos complementarios de la realidad unificada.

Terence Mckenna, quien en varios aspectos continuó el trabajo de Jung, señala por su parte:

Una forma de pensar en esto es suponer que el mundo despierto y el mundo del sueño se han empezado a fusionar de tal forma que en cierto sentido aquellos críticos del fenómeno OVNI que decían que los platillos voladores eran alucinaciones estaban en lo correcto, en tanto que las leyes que operan en los sueños, las leyes que operan en el hiperespacio, pueden en ocasiones operar en el espacio tridimensional cuando la barrera entre ambos modos se debilita.

En el sitio FusionAnomaly.net encontramos esta definición:

La sincronicidad es la percepción consciente en una línea de tiempo fisiólogica de la manifestación simultánea del universo multidimensional. Es reconocer que todas las cosas son UNA sola cosa vista desde diferentes perspectivas. Mientras aumenta la vibración resonante básica del sistema, la sincronicidad se vuelve más fácil de percibir dentro de la realidad experiencial. La sincronicidad es también un reflejo de lo que crees que tu realidad es.

Aeolus Kephas escribió en su ensayo Escritores del Cielo en Hades:

Existe un juramento mágico muy conocido que dice “Prometo lidiar con todo fenómeno como si fuera un trato particular entre Dios y mi alma”. Basado en la creencia metafísica de que el Universo es “un espejo mágico” que constantemente refleja las condiciones internas de nuestras almas, este juramento también resume los postulados de la psicología existencial, como fueron encapsulados en la frase de Carl Jung: “Cuando un proceso interno no puede ser integrado, usualmente se proyecta hacia el exterior”.
 
 Esto nos acerca, ya para terminar, a un aspecto práctico de la sincronicidad, la cual puede convertirse en una filosofía de vida. En un camino existencial donde los señalamientos son las sincronicidades (lo que los antiguos llamaban “la voz de la naturaleza”). No debemos de considerar que toda sincronicidad es algo positivo —lo mismo pueden haber sincronicidades negativas—, pero sí que siempre nos están comunicando algo, que son una interfaz entre el universo y nuestra psique —en un posible proceso de disolverse en el universo. Aprendemos que la sincronicidad es una forma elegante y lúdica a través de la cual nuestro inconsciente logra salir al mundo y decirnos algo que de otra manera no podríamos escuchar y que tiene una secreta importancia para lo más profundo de nuestro ser. Es nuestra labor decodificar ese mensaje. Y si lo hacemos podremos sincronizarnos con nuestra individualidad en su máxima expresión, aquella que se desdobla de la totalidad, del espíritu. Estaremos, entonces, moviéndonos dentro del Tao.
 
Twitter del autor @alepholo

 
  
 

miércoles, 8 de agosto de 2012

¿qué es el sincromisticismo? (o por qué todo está conectado)


Un paranoico es alguien que sabe un poco de lo que está pasando.

William S. Burroughs

 Quizás la última gran filosofía que ha generado el pensamiento humano sea el sincromisticismo, ad hoc para el fin de la historia, para engarzar lo que Terence Mckenna llamaba el punto en el que “todo pasa a la vez, en todas partes” (el alfa-omega, fractal de la eternidad). Ampliando el concepto de la sincronicidad de Jung con el surgimiento del cerebro planetario de interconexión ciberespacial, Internet, la nóosfera virtual, un grupo de psiconautas (como Jake Kotze, Aeolus Kephas, Goro Adachi o Christopher Knowles) armados con redes de Spiderman y perlas de Indra, se ha dedicado a formar conexiones significativas entre hechos que superficialmente parecen ser casualidades dispares. La idea fundamental es que todo el universo es un sistema de comunicación, todo está lleno de signos (y por lo tanto cada cosa es un designo), el vacío rebosa de bits y cada bit, como cada fotón, está cuánticamente entrelazado e informáticamente constelado. Si estamos sujetos a un proceso universal, cadena del Big Bang, nada está separado y nada es no-causal, todo es una manifestación de una misma conciencia cuyo cuerpo es el cosmos entero. Los sincromísticos se dedican a leer el texto invisible del universo, una sintaxis de aves que solo en apariencia vuelan separadas sin formar palabras.

Al fin de cuentas el análisis sincromístico está orientado a decantar el mensaje que tiene el universo para ti en este instante y en esa depuración, que hace visible el lenguaje transparente (oíble el silencio), yace, según la escuela mística de esta filosofía, una especie de Tao que alinea la vida de un individuo con el plan que tiene el universo y su propio espíritu, lo coloca en la cresta de la ola surfeando la luz del Logos, directo al Mar.

Una sincronicidad, por ejemplo, es que mientras lees este texto la radio empiece a tocar la canciónSynchronicity de The Police (o una amiga la haya posteado en Facebook, etc.); según los jóvenes sincromísticos, esta sería una señal de que se va por buen camino, de que se está donde se tiene que estar, situado en el presente con conciencia (permitiendo que el inconsciente se revele, el guión de tu propia película). Así te hace un guiño el universo —con ese suave misterio que es la sincronicidad—, que eres tú mismo (todo está ocurriendo dentro de tu mente, las calles, su cuerpo, las estrellas).

El Frente de Resistencia Discordiana, con su característico talante subversivo e irreverente, juega con el caos como el eón juega con bolas de colores en la playa y en este caso confunde un poco (a la vez que aclara) explicando qué es el sincromisticismo —la filosofía del enramaje, del pegamento, de un universo holográfico interactivo: toca tus manos invisibles: están en todos lados.

Uno de los sumos pontífices de la religión esoterorista de Principia Discordia, Sam “Son of Sam” Oswald, nos dice esto del sincromisticismo y su nacimiento: “si te quedas viendo algo el suficiente tiempo puedes hilarlo con cualquier cosa que quieras… dame tres días sin trabajar y puedo hilar la resurrección de Jesucristo con mi lasagna”.

¿Cuál es la doctrina básica del sincromisticismo? (le preguntan a Sam)

“Si te imaginas en tu mente todo los días que encuentras un dólar, tarde o temprano encontrarás uno”.

“Las más grandes influencias de esta filosofía: Puff el Dragón Mágico y Papá Pitufo”.

Sobre el reciente opus Los Dioses Usan Spandex, Sam dice que esto es correcto pero “solo durante sus sesiones de fitness de los jueves por la mañana”.

¿Cual es tu creencia filosófica determinante?

“Qué estoy lleno de mierda”.

Esto es lo que sucede, en la hiperconexión de todas las cosas, el universo —entre la paranoia y la iluminación— empieza a parecer una broma (el Pato Donald puede ser una entidad hiperdimensional por la cual habla tu alma)… empieza a exhibir el diseño de una jugarreta y se escucha en el vacío del espacio infinito la risa del demiurgo.

Fuente: pijamasurf.com

Dulce Otoño


Cuando las hojas van cayendo
echo un vistazo a cada página
y el nudo del recuerdo trae de todo menos lástima
acaríciame
siento cada pliegue de mi piel
mi vida en surcos
ocaso y ya no soy lo que produzco
por si acaso pienso quede lo que quede
hoy me siento preparado para cuando el fin me llegue
sigo vivo y aprendí,
que las cosas más sencillas son vitales
que además de ver en tí te puedes ver en tus iguales
es la magia,
marrón y anaranjada es la nostalgia
y el futuro es la ocasión para dar gracias,
tantas como veces te has sentido afortunado y,
tantas como veces recibiste lo que has dado
y es pecado dejar pasar el momento
y algunos se me escaparon,
en mi reloj de arena el tiempo es algo relativo
todo lo que esquivo es parte de lo que hace sentir vivo
a este cansado,
viejo que dirían los más jóvenes
si no acepto más órdenes
y escucho lo que dicta mi alma
guía cada instante sigue invicta desde entonces,
viendo lo que siendo joven no ven los sentidos
disfrutando que le robé al tiempo más de mil latidos
desde antaño,
mi mar tiñe castaño mi paisaje
y entra menos desengaño en mi equipaje
menos daño en este traje sueño,
que soy la hoja que aferrándose resiste
y viste de felicidad mi dulce otoño

Porque cada paso en firme
cada fallo trajo algo
cada enemistad y cada página cayendo
vino el tiempo,
y se llevó lo menos importante lo más sucio
aquello que me hacía sentir vacío

Y me conozco, sé que aun me queda
y tengo tanto que aprender
con menos que perder en este atardecer camino,
quizá cansado pero más feliz que nunca
con la calma y la paciencia del que sabe lo que busca

Fui apartando las minucias
que a menudo atosigaban
fueron yéndose y cayéndose las falsas amistades
sí, creo en el destino pero no en casualidades
creo en que el amor no entiende ni de razas ni de edades
nimiedades, parte del pasado son
hoy mi protección es hablar con el corazón y que se abra
saber q por más que siembres no recoges si no labras
cuántos de los que juraron mantuvieron su palabra
ahora, todo es más lento
fluyo con lo inevitable soy murmullo de ese viento
que golpea estos cristales,
observo más que antes temo menos a mis lágrimas
presiento la ignorancia y mala fe de las sarcásticas,
muecas por sonrisa falsa prisa con que marchan,
problemas se evaporan como escarcha
manchas en mi piel son un fiel reflejo de lo lejos que he llegado,
y que alguien me recuerde es mi legado
sin esperas y más arrugado que antes
una vida en perspectiva miles como acompañantes
pocos en mi narrativa ganas,
y del color de mil anécdotas mis canas
cotidianas mis mañanas malas lenguas fueron vanas
nada de que arrepentirme y
orgulloso de intentarlo todo,
cada recuerdo es tatuaje en mi interior
y cada error me hizo ser mejor
puse vigor para cada traidor
y miro con valor y vivo en el albor de
                                                                                                      ZPU

                                                                                         

viernes, 3 de agosto de 2012

Consume hasta Morir

Necesitas vestir ropa de marca para saber
quién eres. Necesitas una casa en propiedad para
sentirte seguro. Necesitas un todoterreno para pensar
que puedes ir donde quieras. Necesitas tener un
cuerpo “perfecto” para sentirte visible frente a los demás.
Necesitas tener varias tarjetas de crédito para
usarlas a modo de terapia cuando te sientes deprimido.
Necesitas demostrar lo que sientes comprando
algo y regalándolo. Necesitas irte lejos en tus 30 días
de vacaciones para pensar que mereció la pena trabajar
a destajo los 11 meses restantes del año.
¡Necesitamos que sigas necesitando!



Señores y señoras, acérquense, tengo algo que
les va a interesar. Vengan a ver los cultivos modificados
genéticamente, el resultado de muchos años de investigación
y de grandes inversiones de la industria agroquímica
que ha permitido alimentos bien hermosos y lustrosos
[aunque sean tan poco saludables como para provocar la
aparición de nuevas alergias, resistencias a antibióticos
en bacterias patógenas para los humanos y nuevos tóxicos
en los alimentos].
Oigan esto y no me digan que no es increíble: los
transgénicos permiten crear cosechas resistentes a las
plagas convencionales [pero causan plagas todavía más
resistentes y ni siquiera se conoce el comportamiento
de los genes modificados en ecosistemas complejos ni su
reacción a muchos factores externos al organismo]. Y
por el mismo precio, oiga usted, también generan un mayor
rendimiento económico de la actividad agrícola [que
básicamente va a parar a unas pocas multinacionales
propietarias de las patentes de las semillas y de los productos
químicos que deben utilizarse con ellas], es decir,
permiten la producción de alimentos para todos [pero
como el problema es la distribución, el hambre sigue creciendo].
Pero aún hay más. Sí, todavía hay más: esto que
hoy les traigo creará monocultivos de producción intensiva
económicamente muy rentables [que acaban con la
sostenible agricultura tradicional, con la naciente agricultura
ecológica y con lo que queda de soberanía alimentaria
de los pueblos].
Y hoy, sólo hoy, están de oferta para usted.

Desde los años noventa el negocio de la telefonía
móvil no se ha detenido en ninguno de sus indicadores:
tasa de cobertura, facturación de operadoras,
conectividad, márgenes de beneficios, nivel de innovación,
cantidad de clientes, volumen de tráfico de voz,
inversión publicitaria, entre otros.
En 2006 el número de líneas móviles superó
el de habitantes en el Estado español. El 96% de los
jóvenes tienen teléfono móvil. Porque lo necesitan, no
para comunicarse, sino para integrarse, divertirse y
socializarse. La diversión y la facilidad de acceso han
desembocado en una adicción que afecta ya al 38%
de los menores que lo tienen. Algunos especialistas
destacan que los niños “lo pasan muy mal cuando no
tienen el móvil”. A su vez, la publicidad acelera su obsolescencia
paulatinamente: un 46% de los jóvenes lo
sustituye cada uno o dos años1.
Quien hable, que lo haga por teléfono móvil o
calle para siempre.

Contrapublicidad Consumir hasta Morir

Los andamientos de la religión del consumo
1. Amarás a Dios-mercado sobre todas las cosas.
2. No pensarás durante la liturgia de la compra.
3. Santificarás las fiestas, comprando en los centros
comerciales.
4. Honrarás a tus marcas.
5. Tendrás fe en las escrituras de la Santa Publicidad.
6. No tendrás pensamientos impuros sobre tus productos
y proveedores.
7. No codiciarás los bienes ajenos, simplemente los
comprarás.
8. No reciclarás, no reutilizarás ni reducirás.
9. No desearás a la mujer de tu prójimo, sólo a la mujer
objeto de los anuncios.
10. Te olvidarás de tus necesidades y dejarás que la
Divina Providencia de Dios-mercado se encargue de
ellas.
11. Leerás la palabra de Dios-mercado en los Santos
Catálogos.
12. No pensarás en nada que no seas tú.



Maximizar los beneficios empresariales en el
largo plazo requiere construir y extender un estilo de
vida vertebrado a partir del consumo. Eso exige que la
publicidad y los media sean agentes de educación y socialización
primaria. Para incorporarse a la sociedad de
consumo, la ciudadanía del futuro necesita ser socializada,
ante todo, como clase consumidora. Por eso, niños
y niñas constituyen un público objetivo esencial para la
publicidad.
Tienen un carácter estratégico como audiencia
presente, ya que ejercen un fuerte influjo sobre las decisiones
de compra de los adultos: según The Economist
los menores de 14 años influyen en el 47% del gasto
familiar. Y también hay que pensar en el futuro: “se
trata de que el niño se vaya familiarizando con el logo
de BMW, que lo vea cuando vea el coche de su padre,
y al cabo de los años sea él mismo quien se compre el
coche...”1.
El nivel de exposición de los menores a los medios
de comunicación y la publicidad es mayor que el
tiempo dedicado a los estudios. Nacer y crecer, comiendo,
bebiendo, mirando, sintiendo y respirando publicidad
puede asegurar la continuidad del modelo en el futuro.
Fabricar consumidores y consumidoras en serie requiere
moldeamiento, educación y transmisión de valores
individualistas.
El consumidor no nace, se hace.


Como la publicidad televisada supone ya el
11% del tiempo total de emisión, el coste económico
para conseguir que el espectador recuerde un anuncio
ha aumentado, en tan sólo los últimos seis años,
un 62%1. Con tanto ruido comercial, el bocadillo puede
ser indigesto, así que los anunciantes han ido reinventando
su comunicación comercial con estrategias
de “acercamiento”: los spots televisivos, microrrelatos
emotivos fruto del dominio del grafismo simbólico
y la narración audiovisual van dando paso a un gran
abanico de imaginativas fórmulas: Movistar hace performances
en la calle, Desigual regala ropa a quien se
presente desnudo en su tienda, la agencia Bumvertising
gestiona los carteles publicitarios que pasean los
mendigos de California, Adidas ha creado en internet
una red social para intercambiar poesía y Telefónica
añade a sus productos un aroma personalizado que
ha encargado a una empresa de perfumes.
El nuevo menú publicitario consiste en reforzar
el lazo emocional identificándose con los valores de la
marca: “No es solamente la capacidad para atraer de
forma irremediable una mirada hacia uno o varios aspectos
de la realidad, es además la valiosa habilidad de
generar una experiencia que atrapa el espíritu y conquista
la voluntad”, dice un anuncio de la agencia publicitaria
Starcom MediaVest para explicar su actividad.
Un nuevo envoltorio para el bocadillo de siempre.


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miércoles, 1 de agosto de 2012

LA GLÁNDULA PINEAL // SIMBOLISMOS A TRAVÉS DE LAS CULTURAS





Un viaje fascinante en la cultura, en el tiempo y el espacio en busca de los símbolos - el cono y el ojo - vinculada a la glándula pineal: por los sumerios en el antiguo Egipto, través de las representaciones del Buda, Shiva y el poder papal. Para terminar con una hipótesis atractiva: inicio de la masiva causada por el despertar de la glándula pineal en las manos de la inversión del campo magnético de la Tierra…

El pasado es un espacio-tiempo en lugar misterioso e insondable, y avanza con dificultad la arqueología moderna para proporcionar explicaciones plausibles para muchos de sus misterios. Uno de los más conocidos es cómo es posible que culturas aparentemente no relacionados han utilizado la arquitectura del mismo y único: la Pirámide. En regiones como Egipto, Sud América, sud-est asiático, China e incluso en Serbia (CFR. N º 28 Ciencia y el Conocimiento) Hay pirámides de colosales dimensiones muy similares entre sí. Todos fueron construidos sobre ríos subterráneos y / o en cuevas naturales o artificiales equipados con túneles. Todos tienen la característica de servir como un gigantesco ionizadores y resonadores armónicos que van desde inaudible 16 Hz a unos pocos cientos de hertzios, con una muestra de las pirámides de Egipto ─ ─ entonar las frecuencias con que el Si y C entre la segunda y la tercera octava del coro. Todavía no han entendido las razones de esta similitud constructiva, pero los máximos exponentes del pensamiento convencional a menudo tratan de desacreditar a las preguntas legítimas acerca de este fenómeno global, incluso invalidar la información científica de la investigación de los físicos y geólogos que perjudican a los dogmas oficiales.

Por supuesto, el tema de este artículo no es de las pirámides, Pero otro fenómeno en muchos aspectos multiculturales ─ ─ relacionados con las pirámides y como este último está presente en culturas muy diferentes y distantes entre sí. El tema de nuestra investigación es la más popular entre las glándulas endocrinas: la epífisis, mejor conocida como la glándula pineal. Los ojos de las figuras de Indiana Jones y Robert Langton-estudioso de los símbolos en el best-seller El Código Da Vinci de Dan Brown - me puse a buscar un simbolismo oculto específicos que se encuentran en muchas culturas antiguas en todo el mundo. De hecho, el tema que discutimos aquí se presenta en forma de símbolos en el arte o en los métodos canónicos de la transferencia de conocimiento: las tabletas, Los grabados en las paredes de los templos o palacios, la estatua, pinturas u objetos utilizados para rituales. A veces sucede que estos símbolos que tenemos ante nuestros ojos, pero no tiene una clave para encriptar el código varias veces dentro de las diversas obras de muchos pueblos de la antigüedad.


La iconografía de la piña

Las culturas del pasado, lo que ahora llamamos asociados con un cuerpo pineal a una mayor claridad mental y la visión interior. Para Descartes, la glándula pineal es un lugar preferido donde la mente (res cogitans) e corpo (res extensa) interactuar. Después de décadas de profunda ignorancia acerca de, neurociencias han dejado de tratar con la glándula pineal como un apéndice inútil del cerebro: la "caja de Pandora" de esta glándula endocrina increíble, que recibe el flujo de sangre más abundante que cualquier otra glándula en el cuerpo, finalmente se abrió. En las últimas décadas se descubrió que la glándula pineal es responsable de nuestro ciclo de vigilia / sueño, de nuestro envejecimiento, de los estados con mayor consistencia neuronal (una mayor claridad mental). Además, la glándula pineal es fotosensible, es un, se proporciona con, en el interior, similares a las de bastones en la retina del ojo. El apodo del tercer ojo místico es, pues, muy bien para la pineal y cómo uno se pregunta, en momentos en que había un microscopio de electrones que puede analizar su tejido celular, tiene que darle este nombre. Tal vez en esos días no había necesidad de una "herramienta" para analizar la naturaleza de las cosas externas, y tal vez la ciencia se entiende como una fusión con el objeto de la experiencia de la observación. Más allá de esta conjetura atractiva en protociencia, más de un investigador se preguntó por qué en la iconografía y el simbolismo iniciático de muchas culturas para representar a sus dioses con la imagen de la piña de pino de cono. La respuesta fue que el cono es el cono de la glándula pineal, su lanzamiento endocrino peculiar y es la marca distintiva de una elite espiritual.


Sumerios y asirios de Babilonia

Los sumerios fueron los primeros en inmortalizar como un cono de pino de cono en manos de los dioses. Los sumerios, las personas con actitudes similares a las de Egipto, encriptar la información de las imágenes talladas en los sellos y. Incluso los asirio-babilónicos a menudo representado su dios Tamus la celebración de un cono de pino, pero, en algunos casos, se debe tener cuidado cuando el cono de pino de cono se mantiene en la mano ya que a menudo puede ser el shem-an-na de los babilonios o los egipcios MFKZT, nombres dados a que el polvo blanco de oro a lo real endocrino alimentados aumentar la liberación de la epífisis y alcanzar estados superiores de conciencia. Mezclado con pasteles preparados en forma cónica, o suspendidos en el agua, El polvo de oro era un suplemento ingerido por los reyes y faraones. Fue reverenciado como el alimento del cuerpo de luz (periódico provincial) y se creía que era capaz de aumentar las aptitudes generales de liderazgo, tales como la conciencia, la percepción y la intuición. También se consideró la clave para la longevidad activa.


Egipcios y los romanos

El simbolismo está presente en la glándula pineal en Egipto, y Osiris, el señor de la muerte y el más allá, presenta con su bastón por encima de la real cono piña. Incluso entre los griegos y los romanos al dios Baco / Dionisio se representa a veces como un palo con el cono de cono. Curiosamente, el dios de la embriaguez se muestra con este personal; se asocia principalmente con la intoxicación por alcohol - también llamado el espíritu: Quizá esto se deba al hecho de que el alcohol fue utilizado en las ceremonias para bajar el velo de la personalidad de los iniciados en los misterios de Eleusis y dionisíacas. De esta manera, los candidatos que reciban la iniciación sin modelos neuronales se consolidó posteriormente y sólo les dio kikeon, sagradas psicoactivas bebidas, para activar la epífisis y permitir que el celebrante para venir a la manifestación con el Misterio.


El Pontífice, Shiva e il Buddha

El palo en todas partes con el cono también fue utilizado por los papas de la iglesia cristiana y es sin duda un legado conectado al símbolo gnóstico del caduceo, utilizados por médicos de hoy. El simbolismo del caduceo ha sido a menudo interpretado como una representación de la doble hélice del ADN, es el Kundalini se levanta a la Pineal. La máscara de la muerte de Tut Ank famoso Aten (Tutankamon), la cobra, que se levanta en el centro de la frente, recuerda el Kundalini llega a la glándula pineal. Incluso los cabellos del dios Shiva es una reminiscencia de un cono de pino y el cono de la serpiente que se eleva en el pelo es una reminiscencia de la máscara de serpiente de Tut Ank Aton o Akhenaton. Incluso el Buda no es inmune a la representación con el cono de pelo piña.


Plazas y fuentes
El simbolismo de la piña también está presente en muchas partes de Europa, Entre ellos Italia, y es conocido en las fuentes, en estatuas o adornos en villas o en los jardines de la nobleza (Quizá esto se deba a la influencia cosmopolita legado de los Templarios?). A veces, las escaleras o las columnas de las puertas de los edificios antiguos se puede encontrar la imagen del cono. Está claro que una columna coronada por un cono de pino parece a todos los efectos, la representación de la vara utilizada por los antiguos dioses. En el campo de la masónica, carteles en la iconografía de pegar el masón con el cono parece encubierta representada por los dos pilares Jaquín y Bohaz rematado por bolas o mappamondi. Rimanendo para siempre en nuestra Península, ni siquiera el Estado Vaticano no es inmune a este simbolismo antiguo: en el Tribunal de la Pigna es una enorme estatua de un cono de pino con un lado, dos ibis con vistas a un sarcófago abierto, como el de la cámara del Rey de la Gran Pirámide. Para el arqueólogo herética el sarcófago en la Cámara del Rey se utilizó en las iniciaciones de las Escuelas de Misterios de Tutmosis III y otros después de él. Algunos han interpretado esta correspondencia en el Vaticano como el mensaje de que incluso la muerte física puede ser derrotada si la glándula pineal es completamente activada. Se literalmente tomar esta interpretación debe buscar el asesoramiento de biólogos y ver las posibles sinergias entre las neurohormonas de la juventud “, tales como la melatonina y la somatropina, y la regeneración por la enzima telomerasa, responsable de la integridad de los cromosomas y la replicación celular. He usado deliberadamente el término "secretos" para poner de relieve la fascinante vista del estudioso Laurence Gardner que términos tales como secreción o segregar, utiliza para definir el problema de la glándula endocrina, están relacionados con el hecho de que esta versión un estado activo de la conciencia superior que nos permite conocer los secretos de la Naturaleza. Las palabras siempre han sido el símbolo por excelencia y así conocer la etimología y la ortografía de un idioma es para recuperar el conocimiento olvidado de antiguas.


El ojo de Ra

La Pineal, además de la simbología de la piña, ha sido asociado por algunos de los ojo de Ra, el ojo que todo lo ve. El ojo de Ra, o el ojo de Horus, parece ser una referencia a las escuelas de misterios egipcias, que comenzó sus discípulos abrir el tercer ojo, también se llama un solo ojo. Símbolos en el ojo que todo lo ve - que no tiene secreto, porque las secreciones de la glándula pineal neuroendocrino permiten el conocimiento más alto - es a menudo encerrada en una pirámide, o entre las dos alas (Solar alado). La iconografía egipcia del ojo en la pirámide se ha convertido en cerrados en un tiempo de los modelos utilizados por los artistas de la Edad Media para representar al Dios cristiano. Este símbolo fue tomado por la masonería moderna - con el ojo derecho rodeado de radiación en el delta - y reiteró de forma explícita en un billete de un dólar EE.UU..


Cambio de polos mundiales y el inicio

Concluyo este breve panorama sull'Epifisi recordando que el geólogo ruso Alexey Dmitriev ha demostrado que el sistema solar está entrando en una nueva área de energía de plasma magnetizado, ser responsable de los cambios que ocurren en la Tierra. Según Dmitriev todo esto va a cambiar no sólo el clima y no sólo el estado magnético de nuestro planeta, sino que también causará una evolución espontánea de las masas. Cambio que las influencias magnéticas en la glándula pineal, por lo tanto se acercó a, comienza a liberar sustancias químicas neuro-efecto alucinógeno: La mayoría de las personas tendrán visiones y experiencias paranormales. Sin duda fascinante hipótesis, inicio de la global del planeta. Lo cierto es que la Tierra tiene una necesidad muy grande.


“La lámpara del cuerpo es el ojo; Así que si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará en la luz; pero si tu ojo y’ mal, todo tu cuerpo estará a oscuras. Si la luz que en ti hay es tinieblas, cuán grande es esa oscuridad!” (Mateo 6:22)


(Tomado de: http://www.scienzaeconoscenza.it/ )